El principal peligro de hipotecar tu hogar es el riesgo de embargo. Si no cumples con las cuotas del préstamo, puedes perder tu vivienda y todo tu patrimonio.
Al hipotecar tu casa, solicitas un préstamo usando tu vivienda como garantía de pago. Es una opción para financiar reformas o consolidar deudas. Es vital asegurarte de poder cubrir las cuotas.